Sábado previo a un nuevo confinamiento perimetral, quien sabe si unas de las pocas oportunidades de hacer una bonita actividad con la mejor compañía, y esa palabra mágica pero tan peligrosa que se denomina "compañía" es solo la imagen física del verdadero valor de la amistad que te da la montaña y que esta pandemia nos quiere arrebatar, y aunque esta vez nos faltara el dueño de la Sagra, imaginariamente seguíamos sus pasos, que no sus huellas......
Después de la gran nevada que calló hace mas de una semana, la Sagra se presentaba con sus mejores galas, cargada de nieve y el viento predominante de su cumbre. Nieve que a veces nos cubría hasta la cintura y que nos obligó a abrir huella haciendo turnos hasta la entrada del corredor. Tuvimos que dejar el andino y abandonar la idea de la Pinguino por el desgaste que suponía abrir la huella en nieve en su mayoría no transformada.
El recorrido: Corredor Himalaya hasta cumbre este y bajada por el embudo 15 km /D+1.000m y el Grupo formado por Pascual, Pepe, Kiki, Alvaro, Ana, Kini y salva
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